Debes saber que los seres humanos son estructuras. La estructura de tu cuerpo está formada por huesos, músculos, ligamentos, órganos, etc. Tu cerebro, sin embargo, tiene formada su estructura por los pensamientos y recuerdos que determinan tu comportamiento. Todos los pensamientos, comportamientos, experiencias y aprendizajes de tu pasado (tu programación mental) dan una estructura a tu cerebro.
La teoría de Prigogine dice que estructuras complejas, como el cerebro humano, requieren un flujo enorme y constante de energía para mantener su estructura. En el cerebro, esta energía es medida por las frecuencias de las ondas cerebrales con un electroencefalograma (EEG). Los picos superiores e inferiores y la anchura de las ondas cerebrales en una gráfica, reflejan la fluctuación de la energía del cerebro. Cuanto más altas y amplias son las ondas cerebrales en la gráfica, mayor es la fluctuación de energía en el cerebro.
Cuando estás completamente despierto (ondas Beta), las ondas del cerebro en un EEG muestran un gráfico con pequeñas rayas compactas, juntas y cortas que suben y bajan con poca amplitud. Hay poca fluctuación en el nivel de energía. Las pequeñas fluctuaciones de energía de las ondas Beta son suprimidas por el cerebro. Son ondas compactas y permiten que entre muy poca nueva programación (los cambios deseados).
Cuando alteras tu estado de consciencia con hipnosis, las ondas cerebrales cambian al tipo Alfa o Theta. En estos estados alterados de consciencia, hay una gran fluctuación de energía. Las ondas Alfa oscilan más de arriba abajo y las ondas Theta son más amplias de izquierda a derecha. Ambas tienen grandes fluctuaciones de energía.
Según Prigogine, grandes fluctuaciones de energía pueden causar que la estructura se desbarate y se reorganice a sí misma en una estructura superior y más compleja. Esta es la razón por la cual el trabajo terapéutico hecho con una persona cuando sus ondas mentales son Alfa o Theta (hipnosis) es tan efectivo para crear el cambio deseado.
El trabajo terapéutico realizado cuando el cerebro está en una secuencia irregular de ondas Alfa (hipnosis) es como una piedra tirada en un estanque, que crea un efecto oleaje en las alargadas ondas cerebrales, descomponiendo la vieja programación mental y creando nuevos comportamientos y puntos de vista. La mente se reorganiza a sí misma en una estructura superior y más compleja, de la misma forma que la superficie del estanque se reorganiza en un nuevo orden.
Esto no es posible cuando se está totalmente consciente y despierto, con las ondas Beta presentes, porque las pequeñas fluctuaciones de energía son suprimidas por el cerebro. Las ondas cerebrales son compactas, están apretadas y no pueden deshacerse fácilmente.
Si decides usar hipnosis para crear cambios positivos en tu vida, no es necesario creer en esto para que funcione. Tu cerebro funciona así en el ámbito energético y físico y responde reorganizándose a sí mismo tras una sesión de hipnosis o hipnoterapia.
Según la teoría de Prigogine hay un beneficio extra en este proceso, cada transformación hace que la próxima sea más probable y predecible. Llevado esto a su conclusión lógica, cada vez que usas un estado alterado de consciencia para resolver un problema, programar un nuevo comportamiento o ser más sutil y perspicaz, aumentas la posibilidad de tener éxito la próxima ocasión.
Para concluir, el cerebro actúa siguiendo la «Teoría de las Estructuras Disipadoras» de Prigogine. En hipnoterapia facilitamos este proceso natural, dejamos que la vieja programación inadecuada (comportamientos, hábitos, creencias, emociones, etca.) se colapse y así, de forma natural, la mente se transforma y reorganiza a sí misma en una estructura superior y más compleja.